No son alcohólicos. No son ludópatas. Ni siquiera han hecho nada para provocar su situación. No eligieron sus nombres. Pero ahora su vida es un infierno. Y necesitan ayuda. Por eso han acudido a “Homónimos anónimos”.
No son alcohólicos. No son ludópatas. Ni siquiera han hecho nada para provocar su situación. No eligieron sus nombres. Pero ahora su vida es un infierno. Y necesitan ayuda. Por eso han acudido a “Homónimos anónimos”.
Ha habido un error crítico en esta web.