Lo primero que he de decir sobre esta funda es que de ninguna manera protege contra golpes. De hecho se me cayó al suelo la cámara con la funda suelta y tuve que cambiar el objetivo. Lo que sí hace muy bien es proteger la cámara contra arañazos y contra agua. Con esta segunda piel puedes llevar la cámara en la mochila sin miedo a arañazos en el objetivo o la pantalla.
Tiene forma de T, donde la parte vertical es bastante larga para lo que suelen ser los objetivos de cámaras reflex de consumo. Al ser la tela un poco elástica, quizá cupiese una cámara con teleobjetivo relativamente pequeño.
El sistema de cierre es con velcro bueno y en la tapa hay un compartimento con cremallera que da para albergar la batería de recambio. Dentro de mi funda llevo una nikon D3200, un mini trípode y una batería extra.
No lleva correa y creo que es intencional para que no se pueda abrir mientras vas andando y desprenderse la cámara. Deberás usar la correa de la cámara, puesto que el velcro de la funda tiene fuerza más que suficiente para resistir el trote.